miércoles, 18 de febrero de 2009

Puntería

En el aeropuerto Schipol de Ámsterdam, por el que pasan todos los días miles de personas de distintas razas, a alguien se le ocurrió dibujar, en el urinario de los baños de hombres, una mosca en el interior de estos necesarios recipientes. El resultado se hizo evidente, el 80% de las salpicaduras disminuyeron, y con ello también los malos olores y la frecuencia con la que había que limpiar esos baños en particular. La razón que explica este hecho es genética, atávica al hombre, ya que, desde la época de los mamuts, necesitamos apuntarle a algo cuando tenemos un arma entre las manos. Por mencionar algunos casos, lo vemos siempre que le entregamos una pistola de juguete a un niño, o cuando en la oficina nos topamos con un elástico y tenemos tiempo que nos sobra. Sin entrar en explicaciones freudianas, todo cliente de dicho urinario, efectivamente apuntaba a la mosca, la que, pintada estratégicamente, lograba provocar en sus usuarios la conducta deseada.

Dicho esto, comento lo que sin duda nos ocurre a los personajes del género aludido. Cuando te vas a vivir con tu amada, este acto activa en el subconsciente un chip interno que está dormido hasta ese minuto en nuestras féminas. Luego de 6 años de convivencia ininterrumpida, estoy considerando como el Sr. Smith, excéntrico personaje caracterizado por Jack Nicolsons, realizar la necesidad número uno sentado. Todo esto para no despertar las críticas por el olor, las salpicaduras, la tapa levantada, etc. Extraño que no reclamemos tampoco lo que podrían ser nuestros derechos, por ejemplo, nosotros necesitamos en la mayoría de los casos la tapa del wc arriba, ¿y cuándo lo echamos en cara? Una buena alternativa para que todos estemos contentos es dibujar en nuestros waters una mosca, como en el caso referido al comienzo del aeropuerto de Schiphol. Seguramente el problema ahora sería por haber dibujado una mosca tan fea y peluda ¡qué asco!, ahora - y en esto no hablo por mí, me descarto enfática y enérgicamente - si en vez de dibujar una mosca, dibujamos la cara de la suegra, seguramente desde el inicio del desagüe tendríamos una puntería perfecta y eliminaríamos por completo este tipo de discusiones. Por otra parte, el único problema es que en estas circunstancias, para relajarte, lo último que esperas encontrar es la cara de la suegra.

2 comentarios:

Danna dijo...

Me pregunto yo, si llevan siglos apuntando y disparando ¿Por que aun siguen sufriendo de mala punteria? Y es que basta un leve descuido y algo que deberian hacer por instinto y a ojos cerrados se les escapa de las manos y lanzan el producto a cualquier sitio... y olvidad que siempre deben prestar mas de la acostumbrada atención al efectuar la necesidad numero uno. No estoy de acuerdo con que, atentando contra su masculinidad, decidan realizar la labor sentados, por que consideto que la verdadera solución es APUNTAR ANTES DE DISPARAR, simple, sencillo y comodo... osea dedicarle la atención que necesita el acto, no ponerse a mirar la mosca que paso volando o tratar de mirar a traves del espejo que estan dando en el tv o mirar hacia atras con arma y todo cuando les hablan... HOMBRES, al ir al baño primero cierren la puerta para que nada del exterior pueda distraerles, segundo levanten la tapa que siempre estara abajo si viven con una mujer, luego saquen el arma necesaria, apunten con destreza y seguridad y disparen, sin dejar de apuntar mientras disparan y listo...

Cristián dijo...

Por más destreza que uno le ponga a la proeza, siempre habrá algo que tal vez nos distraiga y abra el debate, por lo mismo... VIVAN LAS MOSCAS!!!