lunes, 26 de enero de 2009

Valdivia

Valdivia es una ciudad chilena ubicada en la Nueva Región de los Ríos, Chile. Está emplazada en la confluencia de los ríos Calle-Calle, Valdivia, Cau-Cau y el río Cruces, se encuentra a 15 Km. de la bahía de Corral. Según una canción, la luna se baña desnuda en uno de esos ríos. La gente es amable, tranquila, alegre, te contagian las ganas de hacer un alto y disfrutar de las cosas que valen la pena, las cosas que nos son vetadas por acá en la capital. Y uno tan lejos... de todos modos no podría ser de otra forma, sino se transformaría en una cuidad de tránsito que la costumbre vestiría con su indiferencia. En las calles de Valdivia se acomoda una vegetación impresionante, sus ríos la atraviesan como venas sobresalientes en los que se pasean Catamaranes de nombres estruendosos que rememoran personajes añejos. Sus lobos marinos miran desde sus tácitos límites el transitar de las personas.
Cruzando el puente Valdivia te adentras en la isla Teja, una joyita que alberga la Universidad Austral. Un paseo imperdible en ésta última es la visita al Jardín Botánico, en donde puedes disfrutar de unos parajes formidables, de los que te abruma tanta naturaleza, tanto verde, tanto aire límpido. Jardín de árboles milenarios, de una alfombra de pastos verdes infinitos. En sus tantos recovecos puedes encontrar también una ciénaga en el que abunda el sonido del croar de las ranas - que dejando los prejuicios de lado - te relaja al máximo. Junto a ella disfruté de la lectura de uno de mis libros favoritos, o tal vez lo idealicé por el hecho de encontrarme en este lugar de ensueño junto a la llovizna que mojaba nuestros rostros en compañía de mi amada. Fue en aquel lugar en el que construimos besos memorables, a los que recurro cuando necesito tranquilidad.

Para viajar en el tiempo te puedes intruducir al Museo Histórico y Antropológico Mauricio van de Maele, la Casona pertenecía a la familia de Karl Anwandter, insigne colono y pionero del desarrollo industrial y cultural de Valdivia, de familia numerosa. Una antigua casona construida en 1870, declarada monumento nacional. Este museo aloja una completa muestra de tres épocas claras en la historia de la ciudad: una muestra permanente de platería mapuche, muestra hispana (del tiempo de la Conquista) y exhibición de piezas representativas de la colonización alemana. Sus jardines limitan con el río Valdivia desde donde se puede disfrutar de la vista del corazón de la cuidad en pleno apogeo.

Qué decir de Niebla, qué decir de Mancera, qué decir de la entrañable playa de los enamorados y la de los Molinos... Valdivia, la eterna ciudad, la que se vino abajo luego de un terremoto y un maremoto pero que resurgió con todas sus costumbres, dotada de nueva historia y anécdotas. Este año no la podremos disfrutar, nos conformaremos con rememorar sus calles, sus locales, pasearemos mentalmente por el Otto Sandwich y disfrutaremos del churrasco italiano que obligadamente teníamos que compartir por su tamaño. Este año recordaremos el New Orleans y su deliciosa comida y tragos. Este año pasearemos mentalmente por la costanera tomandonos las interminables fotografías que guardaban retazos de nuestro viaje. Este año no la podremos visitar, pero el próximo iremos con una invitada muy especial.

miércoles, 21 de enero de 2009

Great place to work

¡¡¡Llegó el momento!!! Mientras estás chato con tu pega y con todo lo que significa, te sientas y comprendes que es tiempo de un cambio, tal vez no uno definitivo, pero uno que te ayude a dar un respiro, a cambiar de aire. Te sientas en tu escritorio y miras tu reloj, luego de haber tomado el mismo desayuno de ayer y antes de ayer, y piensas en todo el día que se te viene. Los archivadores cobran vida y es como si te estuviesen mirando, pidiendo a gritos más papeles que guardar, como si no se satisficieran nunca. El teclado del computador se te hace esquivo y el monitor muestra una imagen distorsionada. El "ratón" juega al indiferente y tampoco responde a tus mandos. Por otro lado, la impresora es simplemente una matriz de papeles que te dan órdenes desagradables reflejando el último mail que te envió la jefa, o el jefe, minutos antes de disponerte a ir a casa.
Recientemente realicé un test de personalidad, uno de esos que te mandan por el face, y en parte el resultado decía que soy obsesivo, meticuloso, que me gusta controlar las cosas; por supuesto no podría confiar en este pseudo resultado y creerlo como uno clínico, pero eso es lo que justamente pienso a veces, el trabajo te convierte en alguien que no deseas ser, por lo menos en ese ámbito. Lo comento con mi esposa y dice que debo darle solo la importancia que tiene y que lo mantenga controlado. Tiene razón, debes mantener a raya el trabajo, pero lo del cambio no, por lo menos mientras se pueda, ¡y se pudo! Hace poco recibí la oferta de irme a otro departamento y ya está todo confirmado, me voy. Cuando pase el tiempo y comience a cavilar en las mismas cosas, cuando crea que los elementos del escritorio están conspirando nuevamente contra mí, trazaré nuevas líneas y así seguiré repitiendo el círculo. No es de conformidad, es que con el tiempo, simplemente vuelve a pasar.

domingo, 18 de enero de 2009

Carta a Antonia


Para mi corazón basta tu pecho,
para tu libertad bastan mis alas.
Desde mi boca llegará hasta el cielo
lo que estaba dormido sobre tu alma.

Es en ti la ilusión de cada día.
Llegas como el rocío a las corolas.
Socavas el horizonte con tu ausencia.
Eternamente en fuga como la ola.

He dicho que cantabas en el viento
como los pinos y como los mástiles.
Como ellos eres alta y taciturna.
Y entristeces de pronto, como un viaje.

Acogedora como un viejo camino.
Te pueblan ecos y voces nostálgicas.
Yo desperté y a veces emigran y huyen
pájaros que dormían en tu alma.

Al acercarse la fecha de uno de los acontecimientos más emocionantes de mi vida, no hago más que repasar lo que ha sido ésta y hasta dónde ha llegado. Del lado de tu madre, mi compañera y esposa, amiga y confidente, prácticamente de la mano nos embarcamos sin querer a esperar lo que será la llegada de ti, nuestra primera hija, retoño que nace del amor que profesamos mutuamente y por el que nos desvelamos, el que protegemos, el que cuidamos como uno de los tesoros mas inmejorables a los que hemos tenido acceso. Construimos un mundo en el que prima este fuerte sentimiento, tan intrincado en cada uno de nosotros está, que no concebimos la idea de que fuese de otro modo y de que no hubieses llegado. Se acerca además el aniversario número 6 de nuestra travesía. Seis años casi, y nos llegaste de sorpresa. Sin consultarnos nos mandaste esta invitación en la que la improvisación será parte del viaje. Para ser sincero, los temores aumentan, las aprensiones se elevan al pensar en toda la responsabilidad que ya recayó sobre nosotros. ¿Podremos contigo? estoy convencido que sí. Cuentas con una madre excepcional, con nosotros que te amamos desde antes de nacer, fuiste desde aquellas rayitas que marcaron tu existencia y tu llegada en los futuros 9 meses, meses que han pasado rápidamente pero que ahora las ansias parecen detener. No llega nunca la fecha y la impaciencia se ha apoderado de nosotros.

Aquella mujer de la que habla el poeta es tu madre, ya la conocerás. Ella es como los pinos y los mástiles, también entristece de pronto como un viaje, ella es mi viaje. Muy pronto te unirás a nosotros y compartiré contigo este camino del que ya eres parte.


Con amor.

lunes, 12 de enero de 2009

La soberanía del living

Mucho se ha escrito sobre este inofensivo aparato de aspecto redondo, cuadrado o rectangular, que trabaja a pilas y que comanda mediante una diversidad de botones y una señal nuestra amada u odiada televisión – me refiero exclusivamente al Control de la tv -. Desde mi punto de vista lo de inofensivo es totalmente relativo, si bien es cierto nos facilita el hecho de ver tv sin tener que pararnos a cambiar de canal, a subir o bajar el volumen como en los tiempos aquellos, por otro lado nos acostumbra a la inercia, a quedarnos a veces por horas sentados sin hacer ningún otro ejercicio físico que el de mover el dedo cambiando de canales. Cuando tienes cable esta posibilidad aumenta y hasta se explota, nos paseamos por los servicios que no tienen mucho que ofrecer, del canal uno te vas al cien sin quedarte a disfrutar de un buen programa o de una buena película siquiera, o a veces, a solo mirar comerciales que tienen una suerte hipnotizadora.

Sumamos a esto lo que llamaría la soberanía del living, o sea, el que llega a sentarse de los primeros y el que se apodera del Control no tan solo comanda la tv, sino que también todo, o casi todo lo que está a nuestro alrededor - guardando las proporciones -.

Paso a describir ahora un problema cotidiano que se genera de forma constante y que sus señales, botones o pilas recién cargadas no logran controlar ni mucho menos apagar, me refiero a la implacable actitud de nuestras amadas esposas. Llegan a nuestros lados de manera sigilosa hasta que consiguen un espacio en nuestro fantástico sofá o sillón, dependiendo del caso. Se acomodan dispuestas a asirse del Control, logrando así la apetecida soberanía. Sin darnos cuenta lanzan miradas de soslayo y realizan comentarios "inofensivos" como dicho Control, del programa que nos aventuramos a mirar, de los comerciales a los que les seguimos el libreto, de las series por las que reímos con chistes o situaciones repetidas que nos producen una catarsis interna. Te complicas mas pensando en encontrar un programa de gusto común y es justo ahí, cuando luego de un momento, mentalmente te das por vencido, rindiéndote y cediendo el lugar que habías conseguido tácitamente. Respondes como en un monólogo un automático "mmm...", pero nada de estas respuestas que nacen producto de la inercia de las neuronas tevetizadas las aplaca a la hora de conseguir lo que quieren. Y es ahí cuando cedes, lo que hasta ese momento se había convertido en tu cetro, cuando mandas una señal que baja el volumen, o cambia a Grey´s Anatomy, o cuando le das al Off.

martes, 6 de enero de 2009

Un café y Neruda

Justamente en el ocaso de un día caluroso y en casa con mi esposa se nos ocurrió una idea que en comienzo criemos un poco loca, darnos una tina helada disfrutando de un cappuccino junto a la lectura de "El caso Neruda". Nos costó acomodarnos pero luego de un momento ya estábamos disfrutando de aquella idea descabellada. El termómetro marcaba afuera unos 34º y nosotros comenzábamos a tomar nuestro cafecito y a introducirnos en una prometedora lectura.
Quedamos de acuerdo en nuestra luna de miel disfrutar de un buen libro de lectura compartida aunque sea una vez al año, proeza que hemos mantenido en casi seis. Este año partimos con la nueva propuesta de Roberto Ampuero que nos ayuda a ver a un Neruda un poco mas humanizado, sin ese dejo de poeta semidiós que se creó a su alrededor hasta hoy.
Tres pataditas y una contracción pusieron fin a lo que fue uno de esos momentos memorables que te quedan grabados en la retina. Era nuestra Porotita, al parecer quería entusiasmada unírse a este Club que admite solo socios con lazos directos.

lunes, 5 de enero de 2009

Silencios

Es extraño y paradójico esto de los silencios porque entiendo mis razones, que no tienen gran trasfondo, me gusta escucharte, mirarte y observarte, disfruto de tu compañía que va desde las conversaciones mas simples hasta cuando nos sumimos en la complejidad mas absoluta. Disfruto escucharte reir, saber de tu día, que me cuentes de tu pega, hasta escucharte hablar del jefe, todo porque lo hablas tú, con tu modo especial, con tu modo que sin quererlo capturas la atención hasta de la persona mas indiferente. Tus cavilaciones resultan siempre atinadas, complejas, sorprendentes, prácticas, razonables, simpáticas, femeninas y machistas, con ellas me haces razonar casi todo el tiempo. Por lo mismo agradezco tu enorme paciencia. Como decía en un comienzo, lo paradójico de esto es que en mi caso entiendo los silencios perfectamente, disfruto de ellos y soy un buen oyente, sin querer decir que carezco de opinión alguna, cosa muy alejada de la realidad. Pero en cuanto a tus silencios me inquietan mucho y por una buena razón, en la mayoría de los casos se asocian a penas, frustraciones o decepciones, las que vas alimentando a medida que pasan los minutos si no fuese por mi obstinada voluntad de traerte devuelta a mi, a dónde perteneces, dónde nos pertenecemos mutuamente. Bueno, será por eso que nos comprendemos tanto y nos disfrutamos mutuamente. Te amo Daniela y estoy convencido de que esto no tiene límites - nunca es demasiado, recuerdas? - y es verdad, la pura verdad.

People are strange

"People are strange when you're a stranger (...) When you're strange, no one remembers your name. When you're strange" - The Doors.

Gente extraña la que te pide cosas que saben no puedes dar, que te exigen porque dicen que para eso te pagan. Gente extraña los que te miran idiotizados porque los pasaste a llevar en el metro mientras por tu parte tratas de asegurar el 1/2 metro que lograste conseguir. Gente extraña la que dejas entrar a tu casa por haber decidido ver un programa de tv en el que pretenden trasladarse al 1.800 mientras se pelean hablar por un celular al parecer una vez por semana. Gente extraña la que miras pasar a tu lado en la calle mientras tratas de asegurar tu mundo y tus pertenencias. Como cantan los Doors, ´la gente es extraña cuando tu eres un extraño. Cuando eres un extraño, nadie recuerda tu nombre´. Necesito el calor de mis dos mujeres que seguramente me extañan, las que seguramente recuerdan mi nombre.