miércoles, 5 de mayo de 2010

Paradigma

Vivimos en una sociedad llena de paradigmas, la atención al cliente por ejemplo es uno de ellos, sigue repetidamente un hilo conductor que de lo bueno pasa a lo mediocre, y de lo mediocre a lo pésimo, siendo este último el que se repite con mayor frecuencia, sin desconocer las excepciones que existen.

Probablemente sea uno de los poco afortunados (sin ningún ánimo de insidia pero si de ironía), ya que la mayoría de las atenciones recibidas como cliente rayan en la mediocridad o en la mala gestión. En ese sentido la inoperancia generalizada es bastante evidente. Basta con darse una vuelta al supermercado o al mall para caer en cuenta de lo antedicho.

Me refiero por ejemplo a cuando te atienden en medio de una animada conversación de colegas, y te hacen sentir como el desatiando que llega justo en el clímax de la conversación, como si no se pudiese retomar ésta más tarde desde donde se dejó y seguir con lo que realmente les correspondería hacer, por lo menos en ese momento, que es, brindarte una buena atención de modo atento, que sea agradable.

Qué decir del los vapuleados Call o Contact Center, finalmente Centros de Llamados para la supuesta atención al Cliente, en donde necesariamente tienes que repetir la misma historia que te aqueja o la solicitud que requieres, porque al ejecutivo de turno seguramente le interrumpimos la última jugada del Solitario Spider, lo que es peor, luego de repetir una vez más nuestra historia, ahora lentamente como para hacernos entender de una buena vez, son ellos quienes repiten efusivamente su discurso, previamente preparado y al parecer, aplicable para todas las posibles situaciones, el que finalmente no hace más que dejarte con una sensación de enorme disconformidad, todo el esfuerzo para nada, como si hubiésemos estado hablandole a una puerta. Para colmo, antes de introducirte en el llamado, una vocecita previamente grabada y de modo cordial pero a la vez amenazante, te señala que la llamada podría ser grabada para mejorar la calidad de atención; cuántas llamadas grabadas, cuántos problemas registrados ¿para qué?. Finalmente es un círculo vicioso que se repite frecuentemente.

Al otro lado de la vereda, están los legendarios negocios de barrio, en donde te tratan por nombre, brindándote una atención más personalizada, haciendote sentir como parte de la casa, lo que evidentemente no es. Sin embargo, son aquellos detalles los que crean un lazo, un clima dominado por algo más que una mera transacción comercial.

Por lo menos en el negocio de mi barrio sucede así, al entrar me reciben con un saludo cordial, dejan sus cosas de lado para dedicarte de su tiempo en forma exclusiva, le regalan un dulce a mi hija el que espera con ansias siempre porque ellos mismos la acostumbraron, y cosas por el estilo. Dichos negocios, almacenes, tiendas, emporios, factorías, etc., se destacan en la atención de los anteriores, en ellos se sigue rompiendo la tácita regla de la mediocridad en la atención, el negativo paradigma que se ha entablado en nuestra sociedad hace un tiempo ya.

3 comentarios:

Danna dijo...

Lo masivo es inpersonal... detras de esos call center donde trabajan miles de generalmente jovenes automatas que solo han aprendido a repetir mil veces las frases politicamente correctas sin jamas interiorisarse realmente cual es el problema que le planteas. Primero debes presionar un sin fin de numeros para al fin llegar a la famosilla operadora prometida desde que ingresaste tu numero telefonico (rut, celular, bin)que te saluda cordialmente como si lo zapatos les estuvieran apretando o como si hubieses interrupido el mejor de sus sueños. Despues te hace repetir los datos que ya ingresaste anteriormente, para al final soltar la famosa frasesilla aquella "en que le puedo ayudar" como si realmente esa fuera su intension jojo. Le cuentas y te escucha atentamente, y digita velozmente ohh dices tu que atenta, que buen servicio... hasta que guardas silencio y sientes una risita contenida por que de seguro estaba hablando con alguna compañera por chat, cuando nota el silencio comienza su dialogo automata "Mire señora maria... Daniela interrumpes tu.. ahh perdon señora daniela es imposible por el momento dar solucion a su problema, no estamos en red, o alguna barbaridad parecida... pero pero dices sorprendido, eso pudo decirlo de entrada no?? pfff
No hay como el almacen de barrio, ese cerquita de la casa, donde eres acogido con una amplia sonrisa, donde se interesan por tu salud y donde puedes devolver la sandia si te salio mala. La clave, ellos te necesitan como tu a ellos, tu granito de arena aportado al comprar los 4 panes del día es una entrada importante para ellos, en las grandes tiendas tu eres uno mas de miles y si renuncias o dejas de pagar, da exactamente lo mismo hay 100 mas delante o detras tuyo, da lo mismo tu aporte, sin embargo TU SI NECESITAS DE ELLOS!!! lo que te obliga a mamarte todos los malos tratos de aquellos famosillos call center...

Ufff en fin... presione uno para dar termino a este mensaje jajajaj

Te amo con todo mi ser, gracias por ser tu

Cristián dijo...

Que buena Cosita, y tienes la razón con eso de que lo masivo es impersonal, y con lo de la Sandía también, ja.

Te amo mucho.

Danna dijo...

Cuek...
jajajaja

Te amo mucho