viernes, 2 de abril de 2010

Ausencias

Es increíble como pasa el tiempo, realmente no nos damos ni cuenta cuando ya estamos sumergidos en la corriente de nuestra vida, cuando nos dejamos llevar por las opciones tomadas, poniendo atrás los recuerdos, más que recuerdos, momentos que se atoraron tras nuestra partida. Las personas a nuestro alrededor, las que nos acompañan, van mutando junto con nosotros.

La opción, la decisión del rumbo a seguir, es personal e intransferible. Decidimos a conciencia, considerando todas las alternativas a nuestro haber. En algunos casos, lo que debería ser una decisión, es el sólo hecho de haberse dejado llevar, el resultado de un estado de inercia. Sin embargo, cuando decidimos tomar el protagonismo, lo que para nosotros es válido entonces, no necesariamente lo será para el otro, que probablemente quedará relegado o que dará un paso al lado, o atrás, motivado por una actitud displicente al hecho de tratar de comprender nuestro rumbo.

Es ahí, más temprano que tarde, que al reparar en los que ya no nos acompañan, cualquiera sea el motivo, nos damos cuenta que son irremplazables, para bien o para mal. En ese sentido, la ausencia de quienes quisimos y seguimos queriendo, deja un espacio que pretendemos llenar. Por otro lado, existen ausencias que nos pasan desapercibidas, que se diluyen en la corriente del tiempo y en las que reparamos a veces. Estos son a quienes, y como parte de las tantas decisiones tomadas, dejamos a un lado y proseguimos.

Sin embargo, existen ausencias que pesan, que nos duelen. Los motivos de estas pueden ser diversos pero qué más da, simplemente no están. Quisiéramos compartir con esas personas importantes para nosotros, los momentos de los cuales están hechos nuestras vidas. Quisiéramos pretender que las circunstancias son otras, las ideales, para poder reencontrar y finalmente unir los caminos perdidos, esos que nos encontraron alguna vez, o de los que salimos juntos.

Hoy entristezco por aquellas ausencias, hoy me pesan. Las recuerdo a la distancia.

Hoy lloro la ausencia mi sangre, pero sonrío a la vez porque ésta se extiende.

4 comentarios:

Danna dijo...

Siento tu dolor de ausencias y quisiera las cosas fueran mas sencillas para poder unir los caminos tan distantes hoy. En parte me siento respondable de esa lejania que impuso tu sangre que no comprende tu proceder y siento injusta su incomprension y siento rabia y dolor por tu dolor. Muchas cosas que pesan enormemente hoy. La vida impone decisiones dificiles a veces y nos obliga a elegir, dejando de lado a muchos cariños inconclusos, cariños que voluntariamente optan por dar un paso al lado, por no comprender, por no aceptar y asi se relegan de nuestros caminos, no somos nosotros quienes hemos cortado los puentes, son ellos que no quieren avanzar la mitad que les corresponde y es necesaria para que nos reencontremos.

Amor... yo estoy aqui a tu lado amandote cada segundo y la porota es una extención tuya que necesita de ti mas que nada, jamas nos alejaremos de ti, por que somos parte de tu escencia espero eso pueda compensar de alguna manera las ausencias que duelen hoy.

Te amo

Danna dijo...
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Danna dijo...
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Cristián dijo...

Por siempre.

Las amo.