Salía de madrugada a disfrutar del alba, la vestían harapos cansados de recibir costuras reparadoras. El viento la espera de frente y le imprime en el rostro los aromas a jazmín y a hierba mojada. El tiempo ya no significa nada en su existencia, los años marcaron su cuerpo como el mar a la roca. La vida le pesa pero se siente recompensada con las madrugadas, que le inyectan fuerzas para comenzar un nuevo día.
Hoy es una madrugada distinta, ya no tiene harapos que la puedan vestir ni costuras nuevas que lucir. El viento no la esperó de frente, no le imprimió los aromas a jazmín y a hierba mojada. Su tiempo sigue transcurriendo en medio de la nada y las marcas de su existencia ya no las puede descifrar. No se siente recompensada con la nueva madrugada, no le ha inyectado las fuerzas necesarias para comenzar un nuevo día.
Este es un día especial en el que la noche se cierne presurosa sobre ella y la nada se abre ante sus pies, esto le parece la mejor opción...
7 comentarios:
La nada quizás encierre algo de un todo que no conocemos.
No se trata de filosofía barata
más bien de algo distinto..
me suena a partida
me suena a viaje..
no sé..
Me dio un cosquilleo en la panza particular
un abrazo
Siempre hay segundas lecturas esperando ser descubiertas. Gracias por tu comentario, no lo había pensado así.
Saludos.
Siempre es tranquilizador tenerte cerca, sentir tu compañía y disfrutar de la vida. Como siempre, disfrutar de cosas simples y cotidianas, y también de cosas complejas.
Amo tu mano, tu compañía, tu calor, tu amor, nuestros amaneceres, nuestra eternidad junto a nuestra Porota.
Besos.
Complejo es este amor, complejo es tratar de comprender.
¿Quien es la solitaria protagonista de tus palabras? Sola, triste y andrajosa observando al infinito, sintiendo que la nada la arrastra a un vacio sin sentido. El vacio asusta, duele, confunde.
Te amo
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