domingo, 15 de marzo de 2009

Axioma.

Tiempo: "El tiempo es la magnitud física que mide la duración o separación de acontecimientos sujetos a cambio, de los sistemas sujetos a observación, esto es, el período que transcurre entre el estado del sistema cuando éste aparentaba un estado X y el instante en el que X registra una variación perceptible para un observador (o aparato de medida). Es la magnitud que permite ordenar los sucesos en secuencias, estableciendo un pasado, un presente y un futuro, y da lugar al principio de casualidad, uno de los axiomas del método científico".
El tiempo no lo manejamos, esa es una verdad perentoria, pero en ocasiones sentimos, o creemos, que podemos manejarlo a nuestra voluntad. Ya en la adolecencia, y tal vez de antes, nos adelantamos pensando en cómo serán las cosas cuando cumplamos los dieciocho. Con la mayoria de edad a cuestas, nuevamente nos adelantamos mentalmente pensando en terminar los estudios, trabajar, casarse, tener hijos, o cumplir con otras obligaciones y aspiraciones auto impuestas o heredadas. El problema es que llegando a un punto - cuando cumplimos algunas ambiciones propuestas a lo largo de la existencia - nos damos cuanta que el tiempo no funciona a nuestra merced. Lo que es peor, que muchas veces funciona hacia atrás. Las cosas hechas, hechas están, para bien o mal, forman parte de nuestro historial de vida, y me refiero a todas las cosas, buenas o malas. Las llevamos adosadas a nosotros, escritas con tinta indeleble en nuestros currículos. Y por mas que las opciones se agoten, siempre buscamos oportunidades, recovecos u oportunidades que nos ayuden a seguir.
Cuando las cosas salen mal, falta tiempo para resolver el enredo. Cuando las cosas marchan bien, falta tiempo para disfrutarlas a fondo. Que injusticia. Por supuesto, esto último no sucede siempre del mismo modo, en ocasiones el tiempo es benevolente con nosotros y nos regala instantes memorables que lo ubicamos dentro de nuestras propias secuencias, en nuestra propia línea del tiempo. Es a estos instantes, transformados en recuerdos agradables, a los que recurrimos presurosos cuando tenemos necesidad de consuelo, de calma, de refugio, de paz, de sosiego, de hilaridad. Mientras mas recuerdos de este tipo tengamos a los que recurrir, mas oportunidades tendremos de hacer nuestro presente o nuestro mañana, una parte agradable de esta línea imaginaria del tiempo. Del pasado, ni hablar, vuelve a nuestra mente esta realidad inmutable, el tiempo no lo podemos manejar a voluntad, lo hecho, hecho está. Las malas secuencias se repiten, las buenas se disfrutan.

2 comentarios:

Danna dijo...

El tiempo!!!! (entiendase dicha la palabra en un suspiro) el tiempo se nos escapa entre los dedos, se esfuma, se va, se diluye en nuestra historia y nos deja con ese sabor de falta, de impotencia por no poder ser dueños de las horas dedicadas a cada cosa... siempre me falta tiempo para los buenos momentos y me sobra para los malos. Siempre me escasean las horas que vivo junto a ti, enrredada en un abrazo el tiempo vuela, mas me sobran estas horas eternas alejada de tu calor.
Los años van sumandose y va sumandose vida, vida que se va y se acumula en recuerdos de vivencias, buenas, malas, comunes, transendentales... ayer esperaba la llegada de mi pulguita con impaciencia, ayer añoraba el dia en que volvieras a amarme, ayer esperaba salir del colegio, ayer esperaba las vacaciones de verano, ayer esperaba aprender a leer y todo es ayer ayer ayer... ya nacio, ya volviste, ya soy mas que mayor de edad, ya pasaron aquellas vacasiones y con ellas muchas mas y se va el tiempo y a veces me siento presa de un reloj indestrutible que transforma toda mi vida en ayer.
Te extaño

Cristián dijo...

La suma de los dias - como diria una escritora de gusto común - me gusta que sea junto a ti. Te amo y ya estamos juntos para disfrutar de nuestra eternidad, dentro de nuestro tiempo que pasa, pero que se transforma en bellos recuerdos si tu estás en ellos.

Las amo.