miércoles, 30 de septiembre de 2009

Chilenos clever

Ya que estamos tan apartados del resto del mundo como chilean people que somos, en un rinconcito de difícil acceso, muchas veces somos ligeramente conocidos o tienden a confundirnos simplemente con un ají o con un famoso grupo de rock. Y por eso tal vez, nuestro afán de mantenernos apegados al resto de la civilización. Y por eso tal vez, nuestro afán de agregar a nuestro vocabulario palabras o frases anglosajonas, para demostrar así, que estamos in dentro de la palestra mundial y no out.

Un conocido mío, pronto echará a andar su negocio de nombre “By the way”, que dicho sea de paso le deseo el mejor de los éxitos; al preguntar el por qué del nombre, me contestó que está comprobado que las marcas en inglés pegan más, por lo menos por acá. ¿Por qué?, ¿acaso somos tan prejuiciosos que podemos llegar a limitar nuestras elecciones, o en este caso nuestra capacidad de consumo, al nombre de turno del local? Un tanto extraño de nuestra parte.

Estas frases en inglés o palabras sueltas, han reemplazado a nuestro tan querido español chilenizado, instalándose como una jerga con palabras o frases clave, listas para su uso. He aquí algunas muestras de lo que digo, para ver si me hago entender, ok?
Ø Ya no rotulamos a alguien vivaracho o sagaz de bakán, ahora decimos que el tipo es clever,
Ø No preguntamos ‘cómo te fue en la oficina’, ahora preguntamos ‘cómo te fue en la office’,
Ø No preguntamos por la familia, preguntamos por la family,
Ø Nos quejamos por la falta de time,
Ø Vamos a los after hours o a los after office,
Ø En nuestra tv se mide el rating,
Ø Cuando es necesario, guardamos los prints de pantallas,
Ø Existen servicios express por todos lados,
Ø Nuestro paso por algún hotel, motel, hostal o lo que sea, queda registrado con un check in y un check out,
Ø Nos mandamos mails,
Ø Aprovechamos los Sale off,
Ø Estamos plagados con servicios que ofrecen delivery,
Ø Algunos desubicados se proclaman con un low perfil,
Ø Viajamos en vehículos arrendados en un Rent a car,
Ø Llamamos a los Call center, o a los Contact center.
En fin, la lista sería interminable.
En honor a la verdad, debo dejar constancia de que mi fijación no obedece a desconocer las bondades de aprender otro idioma y utilizarlo como es debido, pero una cosa muy distinta es cubrir con retazos lingüísticos nuestra propia identidad. Mejor sería, digo yo, acuñar frases o palabras propias, que reflejen certeramente nuestra idiosincrasia, sin necesidad de acudir a emulaciones forzadas de otras lenguas.

Estas frases o palabras pueden convertirse, en las manos de especialistas cultos y agudos, en las mejores herramientas para definir toda una época y, tal como en la literatura, separar las palabras o frases popularizadas, pero efectistas, de aquellas que no pasan de meros modismos. Me pregunto entonces, mirando con una perspectiva bastante amplia hacia adelante, cómo se nos definirá en unos 10, 20, 30 o 100 años más, en el mejor de los casos, pensando optimistamente, me imagino leyendo el titular de la revista “What`s happening” (otrora “Qué pasa”): “Los clevers de principios de siglo”

lunes, 14 de septiembre de 2009

Juntitos

La vida nos sucede, dando paso a preciados momentos que se nos aferran indeleblemente...

martes, 8 de septiembre de 2009

Los Amigos

De los amigos de épocas pasadas quedan pocos, o casi ninguno. Nos dispersamos. Algunos como yo, se casaron y se mudaron a otras comunas, otros a provincia, y los más osados a otros continentes. ¿Qué pasaría si nos juntásemos? El tiempo ha pasado ciertamente y las prioridades de cada uno son otras, las circunstancias son opuestamente diferentes en algunos casos. ¡Qué manera de seguir rumbos tan distintos! A pesar de aquello, me gustaría creer que la amistad prevalece, de hecho, muy puntualmente lo he comprobado. Por otro lado, son estas cosas las que importan en la vida, aunque en ocasiones, este discurso no me convence.

Últimamente he retomado el contacto con algunos, y debo reconocer que lo catalogaría como infructuoso, siempre las conversaciones terminan coronadas con el infaltable “deberíamos juntarnos”

El tiempo sigue pasando y nuevos amigos, que comparten los intereses del momento, se nos han unido. Con esto no quiero decir que para mi los amigos son desechables, sin embargo, uno tiende a hacer comunidades con quienes comparten intereses similares o con los que tienes mayor afinidad. Hablando de intereses, estos van cambiando, los de ahora son muy distintos a los tenidos hace diez años atrás, siendo uno más joven, soltero y con ganas de simplemente pasarlo bien. En este sentido, los amigos de la infancia, no son los mismos que los de la adolescencia, los que tampoco son los mismos que en la juventud o en la adultez. Algunos duran y con estos se queman etapas en conjunto, pero debo confesar que en mi caso, tengo muy poco contacto con los otrora personajes con los que compartía el tiempo.

¡Cómo olvidar la casita Wendy! Hace poco, en una conversación con la Cri, recordamos el episodio aquel, éramos 10 adentro de una casa pequeña, que era de la hermana menor de una amiga. En ella arreglábamos el mundo alrededor de papas fritas, bebidas y un tequila compartido con limón y sal, buena música y risas interminables, cada uno con sueños que nos abultaban los bolsillos. Tratábamos de alargar el tiempo lo más posible, presos dichosos del momento ¿Qué será de todos? Con una de ellas tengo contacto desde Italia gracias al Face, con otro desde España.

Es un tanto extraño reparar en cómo se dan las cosas, pensar que con alguien que hace algunos años atrás tenías algo en común, ahora nos unen solamente recuerdos, vagos recuerdos a veces, buenos o malos, de un tiempo no necesariamente mejor que el de ahora, pero de un tiempo ya pasado al fin de cuentas.

Cómo hemos cambiado – reza la cancioncilla de los Presuntos – que lejos ha quedado aquella amistad…