lunes, 20 de abril de 2009

¿No será demasiado?

Por supuesto que me gusta estar informado, no solo por tener algo que conversar con mi señora - que tema no nos falta -, o algo de lo que hablar al otro día en el trabajo, sino, porque simplemente me gusta tener algo que me entretenga la mente, algo a lo que darle vueltas. Es por eso que una de las cosas primeras que hago en la mañana es leer, antes de irme a la oficina leo, incluso en el trayecto, y en la mayoría de las mañanas aprovechando el internet, abro la página de un diario y sigo leyendo.

Como decía, me gusta estar informado, pero hay una diferencia muy grande escuchar en el noticiario central de uno de los canales de la tv que están torturando prácticamente a los animales antes de faenarlos para el consumo diario - que en alguno casos lo hacen simplemente por placer - a verlo, ver cómo los desoyan sin anestesia, o cómo los agarran a palos. Tal vez sea para crear conciencia y que finalmente tomemos - hablando del particular - la decisión de optar por una vida más sana, llevando una dieta saludable. ¿No será demasiado?, simplemente me hubiese conformado con haberlo escuchado para que luego pasaran a la próxima noticia, que para mi asombro, trataba acerca de cómo un padre de unos 50 y tantos años degolló a su hijo, por supuesto la sangre fue la protagonista junto con el arma homicida.

¿Qué les ha dado a los canales digo yo?, sobre todo a Chilevisión. Con tantas historias de cárceles, historias turbias del campo, historias de infieles... no nos dejan tomar un respiro mostrándonos algo más amable. Por ejemplo ahora en un programa que muestra todo el juicio que se lleva de algún caso, macabro por supuesto para sumarle al rating, no basta con solo entrevistar a las partes y mostrarles en el juicio en el que dan detalles escabrosos de cómo se llevó a cabo el crimen, sino que además, recrean las escenas del crimen mismo y las repiten seguidamente. De pronto, la conductora, para asegurarse de que hayamos entendido bien, nos da un resumen de todo el caso deteniéndose con alevosía en las partes más dantescas. ¿No será mucho digo yo?, ¿no habrá algo de morbo en todo lo que nos están dando a consumir?

Esta conducta, tan atávica a nosotros como especie por lo demás, se está traspasando a los objetivos canales de comunicación criollos desde hace un tiempo ya. Las vidas privadas ya no son tan privadas. ¿Me importa algo que el conductor estrella de cierto canal haya terminado una incipiente relación con una de las modelos de paso? ¿Me importa que una actriz de antaño haya estafado y que se le vea pasándola bien en Miami?, ¡para nada! Pero debo reconocer que con tanto saping, algunas veces acabo descansando en alguno de estos programas en los que me muestran un desfile de ejemplos de personas que bajo ninguna circunstancia me gustaría emular.
Sin caer en un juicio valórico, debo mencionar que esto es simplemente el producto que vende, que se consume en masas y que está presente en muchas líneas editoriales de distintos medios. Pero, ¿no será demasiado?

miércoles, 8 de abril de 2009

Eufemismos.

Un eufemismo es una palabra o expresión políticamente aceptable o menos ofensiva que sustituye a otra considerada vulgar, de mal gusto o tabú, que puede ofender o sugerir algo no placentero al oyente. Algunos eufemismos tienen la intención de ser cómicos. Se produce cuando se pretende usar palabras inofensivas o expresiones para desorientar, evadirnos, o evitar hacernos conscientes de una realidad cruda y desagradable. A menudo el propio eufemismo pasa a ser considerado vulgar con el tiempo para ser sustituido de nuevo.

Y es la pura verdad, disfrazamos realidades crudas y desagradables, verdades incómodas que no nos atrevemos a decir de frente. En la mayoría de los casos, estas verdades las adornamos con palabras o frases para el bronce, lo que mantiene y sustenta la esencia misma del eufemismo.

Y si de frases para el bronce se trata, el otro día me topé con una que me afectó directamente. Decidido a bajar los kilos de más que se apoderaron de mi cuerpo desde un tiempo hasta ahora, le venía dando vueltas a la idea de ir al gimnasio de mi pega. Como soy nuevo en el área, ya que fui trasladado, me topé con la sorpresa de que en las mañanas pasa una amable profesora de educación física, lista y dispuesta a desestresarnos con una batería de ejercicios breves en unos 20 minutos. Entretenido, pero muy empaquetado metido en mis pantalones de vestir y mi camisa. Comenzamos con ejercicios de relajación, levantamos nuestros brazos al cielo, estirándolos al tope de las posibilidades, agarramos pelotas imaginarias, las apretamos y las movimos con nuestros brazos extendidos, y todo eso pasaba mientras trataba de ocultar mi incipiente abdomen, pero digámoslo sin eufemismos, tratando de ocultar mi guata que porfiadamente se resistía a guardarse. La clase continuó con otros ejercicios de relajación, en uno de ellos, noto disimuladamente que los ojos de la instructora se posan en mi guata, continuó como si nada y de sorpresa se lanza la frase: "...con la zona abdominal bien contraída", eso fue todo, un comentario dirigido a la clase, a todos nosotros pero a uno solo, a mi. Lo que en realidad quiso decir fue: "Hey tú el nuevo... esconda la guata", para mi sorpresa la clase continuó por los minutos que faltaban de manera normal. Sorpresa digo porque mientras terminaba la frasecita, imaginaba todos los ojos de mis compañeros observándome descaradamente y con reproche. Por supuesto, luego de este incidente, la decisión de ir al gimnasio ya estaba tomada.

Tal vez esa es la gracia de los eufemismos, como se trata de verdades incómodas que sustituimos por otras menos ofensivas, o que adornamos para no causar tanto pesar a quién dirigimos la frase, son los receptores quienes tienen la libertad de decidir si la consideran o no, por supuesto en este caso me acomodó más que usaran un eufemismo ante aquella verdad directa e incómoda, mis kilos de más, que no son tantos, solo se trata de un sobrepeso, y espero que esto último no sea un eufemismo. Para ser justo conmigo, debo aclarar que no es que esté tan gordo pero si sigo así, quedaré listo para ocupar un cuadro de Botero.